Castañas, piñas, hojas rojizas o amarillas… ¡Ha llegado el otoño! Y hay muchas maneras de disfrutarlo con tu hija o tu hijo. Algunas, actividades de otoño para nñois son muy creativas, por cierto…
El land art con los niños
Un paseo por el bosque es una buena ocasión para iniciar a tu hijo en el land art: el empleo de la naturaleza como materia prima para una obra de arte. Dispuestas en espiral, las piedras encontradas por el camino se convierten en un caracol mineral; entrecruzadas, las ramitas recogidas se transforman en una escultura sorprendente… Claro que también es posible recoger los materiales y trabajarlos en casa, pero tiene más encanto en el entorno natural. Además, vuestros bolsillos pesarán menos en el camino de vuelta y tu hijo tendrá el orgullo de saber que otros paseantes podrán contemplar su creación.
Las hojas sello
Durante vuestros paseos por el campo o por la ciudad, recoged hojas secas de distintos árboles para estamparlas. Sólo hay que embadurnar una cara con pintura usando un pincel o un rodillo pequeño: tu hijo disfrutará presionándolas para verlas «aparecer» en el papel. Una manera entretenida de iniciar al niño en el reconocimiento de las distintas especies: las hojas del castaño tienen los bordes dentados; las del castaño de Indias parecen flores muy grandes; las del plátano de sombra se parecen a las del arce, etc.
Un festín para los pájaros
Cuando el frío arrecia, los pájaros van teniendo más dificultades para encontrar comida. ¿Os animáis a fabricar una «bola de grasa» para alimentarlos? En internet hay muchísimas recetas. Es una manera activa de sensibilizar a los niños sobre la protección de los animales. Una vez hecha la bola, colgadla no muy lejos de la ventana de modo que podáis contemplar a los pájaros disfrutando de su festín.
Josephine Lebard
