Podcast para niños: ¿Por qué los niños tienen que dormir más que los adultos?

La revista Caracola te invita a escuchar este entretenido podcast sobre una de las cosas que necesitamos hacer cada día para poder tener buena salud: dormir. Aprenderemos por qué los niños han de dormir más horas, qué ocurre en su cuerpo durante el tiempo que están durmiendo y algunas curiosidades sobre los sueños.

Podcast para niños: ¿Por qué los niños han de irse a la cama antes que los mayores?

Esta es una pregunta que se hacen muchos niños. Los niños tienen que dormir más horas porque mientras duermen, crecen. Cuando están dormidos, el cuerpo sigue trabajando mucho. Uno de estos trabajos que lleva a cabo es crear una sustancia que ayuda a que los huesos crezcan poco a poco. Esta sustancia es la hormona del crecimiento y se libera principalmente durante la etapa de sueño profundo.

Los mayores ya se han desarrollado por completo, en cambio, los niños todavía tienen que crecer mucho para hacerse adultos saludables. Por eso es tan importante que los niños duerman bien y, además, más horas que un adulto.

Y, además hay otra explicación: la necesidad de dormir disminuye con la edad. Esto significa que un bebé necesita dormir entre 14 y 18 horas, los niños necesitan dormir entre 10 y 13 horas y así, poco a poco el tiempo de sueño se va reduciendo hasta llegar a los adultos. Los mayores necesitan 8 horas de sueño para tener buena salud, estar concentrados durante el día y tener la suficiente energía.

Pero esto es algo general, algunos niños son más dormilones y necesitan 12 horas para descansar bien, y otros con 9 horas están como una rosa. Eso sí, ningún niño es tan dormilón como el koala, un animal que duerme 22 horas al día. Son tantas que es como si tú te pasases todo el día durmiendo y sólo te despertases para comer.

¿Y también se aprende cuando dormimos?

¡Claro! Se aprenden muchas cosas cuando estamos despiertos, pero nuestro cerebro sigue trabajando mientras dormimos. Lo que hace es ordenar todo lo que hemos aprendido durante el día, lo clasifica, lo ordena y lo pone en su sitio. Gracias a este trabajo, puedes acordarte de muchas cosas que has hecho, como lo que ocurrió en tu fiesta de cumpleaños, quién marcó el gol en el último partido de fútbol que echaste o aquello que te dijo tu hermano y te enfadó tanto.

Por eso es tan importante que los niños duerman las horas necesarias, como están aprendiendo tantas cosas nuevas todo el tiempo, necesitan reposar mucho más y dejar a su cerebro procesar todo lo que han aprendido.

¡Y durmiendo también descansa el cuerpo!

¡Muy bien! Cuando duermes, descansas. Porque tus brazos, tus piernas o tus pies han estado moviéndose sin parar todo el día.

Cuando juegas, te tiras por el tobogán o haces deporte, todo tu cuerpo está en movimiento. Y, cuando llega la noche, necesita de un buen descanso para volver a cargar las pilas y estar preparado para afrontar un nuevo día.

¿Por qué soñamos cuando estamos dormidos?

En realidad, es un gran misterio y hay muchos expertos que se dedican a estudiar el mundo de los sueños. Hasta el momento, no se sabe bien por qué soñamos cuando dormimos, pero sí es un hecho que nuestro cerebro fabrica imágenes – en ocasiones un poco raras – cuando estamos profundamente dormidos.

Algunos científicos creen que los sueños nos ayudan a hacer desaparecer algunas emociones muy fuertes que hemos tenido durante el día. Incluso hay personas que intentan descifrar el significado de soñar distintas cosas, por ejemplo, que volamos, que viajamos por el espacio, que somos famosos o que alguien nos persigue y nos quiere hacer daño. Esos sueños no son tan divertidos. Cuando lo que soñamos nos asusta o nos preocupa mucho, se llaman pesadillas.

Pero no siempre recordamos los sueños, a veces los olvidamos antes de despertar y otras, nada más abrir los ojos, se esfuman y no somos capaces de saber qué ocurría en nuestro sueño.

Ah, y una última curiosidad, ¿sabías que no solo las personas sueñan? ¡Todos los animales mamíferos también sueñan! Pero ellos no pueden contarnos si han soñado con prados por los que corretear o con huesos que roer, ¿verdad?