Lila y los gigantes

Begoña Ibarrola

ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LA GESTIÓN EMOCIONAL A PARTIR DEL CUENTO, POR BEGOÑA IBARROLA

A continuación, os ofrecemos comentarios y pautas de nuestra experta. También preguntas y propuestas concretas para que las pongáis en práctica con vuestros hijos o en clase. Podéis utilizarlas todas o solo las que creáis conveniente, o adaptarlas con flexibilidad. No hay fórmulas totales.

Identificar, nombrar y explicar las emociones que sienten los personajes del cuento ayuda a desarrollar una competencia emocional básica, la CONCIENCIA EMOCIONAL, pero también resulta de mucha utilidad otra competencia emocional, la EMPATÍA. Por otra parte, es muy útil ir ampliando el vocabulario emocional de los niños a medida que van creciendo, y a la vez darse cuenta de cómo el rostro y el tono de voz también expresan emociones, ambas son formas de comunicación no verbal que nos ayudan a comprender lo que el otro está sintiendo.

Hablad con vuestros hijos o alumnos sobre las emociones del cuento. Papá Noel está contento porque, como ha sido eficaz, ahora puede desayunar con tranquilidad. Mamá Noel siente gratitud hacia todos los duendes y los felicita por el gran esfuerzo que hicieron para tener los paquetes preparados (conciencia emocional). Si no hubieran hecho bien su trabajo, Papá Noel estaría muy agobiado. Mamá Noel se sofoca al ver que falta un paquete de cartas por abrir. Piensa en lo que van a sentir los niños al no recibir sus regalos (empatía). Como los duendes se ponen muy nerviosos, no hacen bien su trabajo y cometen errores. Los duendes están muy preocupados porque no saben si podrán terminar a tiempo su trabajo. Como la pobre rena Moflete quiere a los niños, intenta ayudarlos, y por eso se le ocurren muy buenas ideas para solucionar el problema del reparto y de Mamá Noel. Cuando por fin consigue repartir todos los paquetes, Mamá Noel está agotada pero satisfecha.

  • ¿Qué emoción o emociones siente Mamá Noel que la llevan a felicitar a los duendes?
  • Cada una de estas expresiones (sofocarse, estallar, temblar) hace referencia a una de estas emociones (miedo, agobio, ira). Forma las parejas correctas.
  • ¿Qué personajes del cuento sienten preocupación y nervios?
  • ¿Qué personaje demuestra empatía? ¿Por qué?
  • Nombra otras emociones que aparecen en la historia.

Papá Noel está contento al ver su trabajo terminado. Podemos comentar con los niños que, cuando conseguimos hacer algo bien, nos sentimos satisfechos, contentos y/o tranquilos. En cambio, si no terminamos de hacer una tarea, nos sentimos mal.

  • ¿Qué emoción siente Papá Noel al principio de la historia? ¿Por qué?
  • ¿Cómo se habría sentido si hubiese dejado todo para el último momento?
  • Recuerda dos experiencias tuyas: una en la que sentiste satisfacción y tranquilidad al terminar una tarea; y otra, agobio y nervios al no conseguir terminarla.

Mamá Noel se siente agradecida y feliz, así que da las gracias a los duendes porque reconoce el esfuerzo que han hecho por terminar a tiempo su trabajo. Dar las gracias es muy importante, y es positivo tanto para el que las da como para el que las recibe. Significa reconocimiento y satisfacción. Hablad de esto con los niños.

  • ¿Piensas que es importante dar las gracias como lo hace Mamá Noel?
  • ¿Sueles dar las gracias a las personas que te ayudan en algo o hacen algo que tú valoras? ¿Cómo te sientes cuando lo haces?
  • Haz una lista de personas a las que últimamente has dado las gracias y otra de personas que te han dado a ti las gracias por algo que has hecho.
  • Hay muchas formas de dar las gracias además de usar la palabra «gracias». ¿Cuáles se te ocurren?

Cuando una persona se pone nerviosa, suele cometer errores, es lo que les pasa a los duendes. Comentad con los niños esta situación y explicadles qué pueden hacer para calmar sus nervios.

  • ¿Conoces a alguien que supo mantener la calma en un momento de crisis? ¿Quién? ¿Sabes cómo lo consiguió?
  • Y tú, ¿conoces alguna forma de tranquilizarte cuando estás nervioso o nerviosa? Si es así, explícala.
  • Escucha y practica este truco para calmarte: «Empieza a respirar más despacio. Cierra los ojos, llena la tripa de aire como si fueras un globo que se hincha, y luego suelta el aire por la boca, despacito, como si no quisieras apagar una vela que tienes delante».

Mamá Noel siente empatía por los niños que se pueden quedar sin regalos. Comentad que sentir empatía hace que uno pueda saber lo que sienten los demás, aunque eso no le esté pasando. También sobre las formas en las que nos damos cuenta de qué sienten los demás.

  • ¿Cómo puedes saber que una persona está enfadada, triste, tiene miedo o está contenta?
  • Di el nombre de una o más personas que crees que saben lo que sientes con solo mirarte.
  • Ponte delante de un espejo y haz gestos que muestren las emociones que aparecen en la pregunta anterior. Después de esta experiencia, ¿crees que las caras que ponemos pueden revelar cómo nos sentimos?
  • Ahora escoge una frase y repítela con diferentes tonos de voz para expresar las mismas emociones que en el ejercicio anterior. Después de esta experiencia, ¿crees que el tono con el que hablamos puede revelar cómo nos sentimos?

Transmitid a los niños que es normal tener despistes, pero que si estamos atentos a lo que debemos hacer en cada momento, todo saldrá mejor.

  • ¿Qué podían haber hecho los duendes para no dejarse ningún saco de cartas sin abrir? Da varias ideas.
  • ¿Has tenido tú algún despiste importante? ¿Cómo te sentiste?
  • ¿Cómo crees que se sintió Despistado al ver el saco de cartas que olvidaron?

Mamá Noel se podía haber enfadado con los duendes, echarles una bronca y no hacer nada para solucionar el problema. Sin embargo, se pone a pensar en cómo solucionarlo, sobre todo porque se preocupa por los sentimientos de los niños que se van a quedar sin regalo y Moflete la ayuda porque ama a los niños. Recordad que «el amor siempre da fuerza».

  • ¿Qué hubiera pasado si Mamá Noel no contaba con un reno capaz de transportarla a las casas de los niños?
  • ¿En qué se parecen Mamá Noel y Moflete?
  • ¿Alguna vez te has enfadado mucho cuando has tenido un problema y no has hecho nada para solucionarlo? Pon un ejemplo.
  • ¿Alguna vez te has esforzado mucho por ayudar a alguien? ¿Por quién? ¿Qué sentías por esa persona?

Mamá Noel reconoce el esfuerzo de los duendes y se premia y los premia con un chocolate caliente, después de terminar su fatigosa tarea. Es importante ser sensible y amable, y reconocer y recompensar el mérito propio y el de los otros por algo que han hecho. A veces solo unas palabras son la mejor recompensa.

  • ¿Qué premios te das tú cuando terminas una tarea difícil?
  • ¿Sueles reconocer el esfuerzo de los demás con detalles? Indica que detalle o detalles tuviste con alguien que hizo algo con esfuerzo, recientemente.
  • Haz una lista de frases con las que puedes premiar a otros.
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En el interior del cuento encontrarás más actividades de la autora para que los niños practiquen su comprensión lectora mientras leen.

Debemos educar las emociones de los niños desde bien pequeños, teniendo en cuenta que no podemos evitarlas, pero si podemos aprender a gestionarlas y expresarlas de forma adecuada. Este es el propósito de la educación emocional.

Pero… ¿qué es una emoción? En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la emoción se define como «una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática». En definitiva, es una reacción que experimentamos las personas como respuesta a un estímulo, externo o interno, que nos impulsa a actuar de un modo diferente. Nacemos con algunas emociones primarias básicas, que ya sentimos dentro del útero: alegría, tristeza, miedo, enfado, sorpresa y asco; y más adelante incorporamos otras emociones llamadas secundarias, por influencia del entorno, como, por ejemplo, la envidia, los celos, la culpa, etcétera. Sentimos emociones, es inevitable; y estas emociones, además, tienen funciones adaptativas importantes y diferenciadas. Pero debemos educarlas para tener una vida más plena.

La educación emocional se define como un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional del individuo, como complemento indispensable de su desarrollo cognitivo, con el objetivo de capacitarlo para afrontar mejor los retos de la vida y aumentar su bienestar personal y social.

Este tipo de educación aporta herramientas que previenen conductas de riesgo y, a largo plazo, se asocia con el éxito personal, profesional, la salud y la participación social, según numerosas investigaciones realizadas en Estados Unidos, España y Reino Unido. Una buena educación emocional debería centrarse en las principales competencias de la inteligencia emocional. Cada una de estas competencias puede subdividirse en diferentes habilidades, que requieren de la práctica para su desarrollo. Conviene señalar que estas competencias no son cualidades innatas, sino habilidades aprendidas; y que cada una de ellas aporta una herramienta básica para potenciar la eficacia. Goleman utiliza el término «analfabetismo emocional» para designar la carencia de estas habilidades; y subraya la importancia de comenzar a educar las emociones desde la infancia.

Las principales competencias de la inteligencia emocional, y sus respectivas habilidades, son las siguientes:

1.º CONCIENCIA EMOCIONAL: Capacidad para darse cuenta y comprender el propio estado emocional, y expresarlo. Implica: ser consciente de las propias emociones, identificarlas correctamente y ponerles nombre, y comunicarlas tanto de forma verbal como no verbal. Conocer las causas que provocan una emoción es también un elemento importante para el desarrollo de esta competencia.

2.º REGULACION EMOCIONAL: La gestión o regulación emocional es la capacidad de controlar y encauzar adecuadamente las emociones y los impulsos perturbadores. Podemos comunicar todo tipo de emociones, no es adecuado reprimirlas, pero debemos expresarlas de forma adecuada, sin dañar a nadie, ni a los demás ni a uno mismo. Si las reprimimos, el cuerpo empieza a responder a esa tensión interior con diferentes síntomas, y se produce una implosión, pero si las expresamos de forma inadecuada se produce una explosión emocional y podemos perturbar o lastimar a los demás con nuestras palabras, actitudes o conductas. Esta capacidad para regular los impulsos y las emociones, y expresarlas de forma adecuada implica: conocer estrategias de autocontrol emocional, aprender a expresar de forma adecuada las emociones, demorar la gratificación y gestionar la frustración.

3.º AUTONOMIA EMOCIONAL: Son un conjunto de habilidades y características relacionadas con la autogestión emocional, cuyo objetivo es evitar la dependencia emocional. Implica el desarrollo de la autoestima, la automotivación y una actitud positiva y optimista. Las personas debemos establecer vínculos emocionales con otras personas para sobrevivir. La vinculación afectiva es la capacidad humana de establecer lazos con otros seres humanos, que se construyen y se mantienen mediante las emociones. Por eso, uno de los objetivos de la educación emocional es lograr que el desarrollo emocional sea cada vez más autónomo. Es decir, que podamos relacionarnos y vivir sin sumisión afectiva con respecto a los demás.

4.º COMPETENCIA SOCIAL: Esta competencia supone la capacidad de reconocer las emociones en los demás y mantener buenas relaciones interpersonales. Hace referencia a habilidades sociales que mejoran nuestra integración social y el aprendizaje de las reglas sociales de expresión emocional. El saber practicar estas reglas con naturalidad constituye una muestra de inteligencia socioemocional que facilita la aceptación y la confianza del entorno. Implica: desarrollar la capacidad para comunicarse, comenzando por aprender a escuchar, ser empático, comunicarse de forma asertiva y resolver conflictos.

A través de los cuentos se puede llevar a cabo una buena educación emocional y mejorar el nivel de inteligencia emocional de vuestros hijos o alumnos. Realizar actividades relacionadas con la lectura, mejorará las competencias de los niños para comprender, expresar y regular su mundo emocional y el de los demás. Así mismo puede servir de pretexto para un diálogo después de la lectura, algo que también potencia su desarrollo emocional.